Con este mensaje les comunico que debido al estado de alarma y en
colaboración con el mismo, se ha decretado en toda la Diócesis la SUSPENSIÓN DE LA
CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA CON PARTICIPACIÓN DE LOS FIELES hasta que
finalice dicha alarma, dispensando de la asistencia e invitando a todos a
participar en la misma a través de los medios de comunicación, quedándose en
casa y haciendo la “comunión espiritual” como tradicionalmente la Iglesia ha
recomendado siempre.
Me gustaría desde aquí unirme a cada uno de ustedes y que juntos
podamos elevar una oración a Dios. Como gesto de
comunión, a la misma hora de siempre, celebraré sin presencia de fieles, la
misa en la parroquia pidiendo por todos. Estaremos unidos en el mismo
altar. Aunque la distancia nos separe, la oración siempre nos une y nos
recuerda que Dios camina a nuestro lado.
Solamente se
mantiene el SERVICIO DE ATENCIÓN DE CÁRITAS en el
horario habitual y con las condiciones que determinan la situación.
Los sacerdotes estaremos
disponibles para auxiliar tanto espiritualmente como materialmente a
aquellos fieles que lo necesiten, especialmente los ancianos, enfermos y
pobres.
Las familias tienen una oportunidad para experimentar en el
sentido más real que son “Iglesias domésticas”. Que la creatividad pastoral nos
guíe dedicando un tiempo cada día para la oración en familia, la lectura de la
Palabra de Dios especialmente el Domingo, poniendo como intención de nuestra
oración a los fallecidos, enfermos y a los sanitarios que son nuestro mejor
escudo humano en estos momentos.
Celebremos el día del Señor y la fe unidos en la distancia. Nos
encomendamos a la protección de San Jerónimo, nuestro patrón. Dios les bendiga.